Ingredientes:
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1 vaso
de aceite de oliva 0,4º
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1 vaso
de vino blanco
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2
cucharadas colmadas de anis en grano
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2
cucharadas colmadas de ajonjolí (tmabién llamado sesamo)
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Miel
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3
cucharadas pequeñas de levadura
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Harina
de repostería (la que admita)
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Almendra
en polvo
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1 trozo
de cascara de limón
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Aceite
de girasol para freir
Poner el vaso de aceite a calentar con la cascara de limón.
Mezclar el vino blanco, la levadura y 2 pellizcos de sal.
Tostar el ajonjolí y añadir
Tostar las almendras en polvo solo para que coja color y añadir. Añadir
también el anis y el aceite templado.
Ir incorporando la harina poco a poco e ir mezclando. El punto es cuando
no se pegue a las manos.
Dejar reposar ½ hora. Estirar mucho, mejor con el rodillo. Cortar
cuadrados pequeños y estirar con un vaso. Se quedará un rectángulo que se
cortará en dos para que quede un
cuadrado muy fino. Unir dos esquinas. Quedará muy finito que es el punto ideal
para que se haga la masa y no quede muy pesado.
Poner un cazo con miel, agua y una rama de canela. Calentar un buen rato
para que quede con consistencia. Es importante mantener la miel en el fuego
para que este caliente.
Freir en abundante aceite de girasol y pasar por el cazo con la miel y
poner en un plato. Además le he echado un poco de azúcar
por encima porque la miel me ha quedado poco consistente.
También pueden pasarse por azúcar y canela.
Nota: se puede hacer la masa y congelar. Salen unos 100.