Os dejo una receta que desde que la descubrí es uno de mis platos favoritos. Las fotos no le hacen justicia pero es delicioso. Lo copié de un restauranteen el que se come de lujo y su cocinero es excepcional.
Ingredientes:
- Pimientos de piquillo
- Un muslo de pato de esos que viene ya casi hechos, solo un golpe de horno
- Ajo
- Bechamel
- Huevo
- Harina

Se mete el muslo en el horno, en mi caso en una bolsa de horno para que no manche porque salta mucho. Cuando esté, se desmenuza. En una sartén se pone un diente de ajo y cuando esté doradito se echa el pato desmenuzado. Yo añado un poco del aceite que ha salido del pato. Se da unas vueltas y se añade una cucharadita de harina. Se rehoga y se añade leche. Esto es para que se ligue bien el pato y luego se rellenen mejor los pimientos. No se trata de hacer una bechamel. El resultado queda como la primera foto.
Se deja enfriar y se rellenan los pimientos. Luego se pasan por harina y huevo y se frien. Esto lo heredo de mi madre que siempre que hace pimientos rellenos de lo que sea, los frie.
A parte se prepara la bechamel. En este caso yo le hecho también el aceite que quede del pato y un diente de ajo que frío antes de echar la harina. Paso la bechamel por la batidora para que quede menos espesa (yo siempre lo hago). Se echa la salsa por encima de los pimientos. Y listo.
Se puede preparar el dia anterior y darles un golpe de microondas asi que para navidad perfecto. Y no quiero ni contaros si os sobra parte del pato y preparáis unas croquetas, ufffff de escándalo. En este caso no me ha sobrado. Me han salido 7 pimientos con un muslo de pato. Espero que os guste