miércoles, 15 de octubre de 2014

Pimientos sobre bechamel de calabacín

Estamos a día 15 y volvemos con el Reto Cocinamos con Reina, en el que todos los meses nos proponen un ingrediente típico de una Comunidad Autónoma. Si el mes pasado las patatas bravas madrileñas fueron todo un éxito en mi casa, este mes con los famosos Pimientos de piquillo de Navarra, ha sido otro exitazo. 

Todo empezó de forma desastrosa. El relleno que tenía preparado se me fue al suelo y la batidora con la que intenté suavizar la confitura de pimientos, se rompió definitivamente. Pero no había tiempo de dejarlo para otro día y tuve que improvisar. Y creo que acerté de pleno, el contraste de sabores ha sido increíble.


Ingredientes:
Para la confitura de pimientos:
  • 100 grs de pimiento del piquillo
  • 50 grs de azúcar
  • un chorrito de vinagre

Para la bechamel de calabacín:
  • 1/2 calabacín
  • 1/4 cebolla
  • 1 diente de ajo
  • 1/2 vaso de leche
  • pimienta
  • nuez moscada
  • sal

Para los pimientos rellenos:
  • 1 lata de pimientos del piquillo
  • 1/2 lata de maíz
  • 1 patata
  • 1 huevo
  • 1 lata de atún
  • 3 espárragos
  • 3 palitos de cangrejo
  • lechuga
  • mahonesa
Comenzamos con la confitura
Ponemos los ingredientes en un cazo y dejamos cocer a fuego lento durante unos 20 minutos. Lo mejor es ir probando hasta conseguir textura y sabor al gusto. Se puede triturar antes o después o no hacerlo, como yo, pero lo mío fue por fuerza mayor

Seguimos con la bechamel.
Ponemos en una cazuela un poco de aceite. Añadimos el diente de ajo bien cortadito y la cebolla también cortada fina. Cuando coja color añadimos el calabacín y dejamos como 10 minutos tapado a fuego bajo. Añadimos la leche, la sal, la pimienta y un poco de nuez moscada y volvemos a dejar al fuego durante otros 7 minutos. Dejamos templar y trituramos para conseguir una salsa espesa.

Para los pimientos.
Cocemos el huevo y la patatas. Yo lo he hecho al vapor pero vale cocidos en agua durante 10 minutos. Mezclamos en un cuenco todos los ingredientes, añadimos un poco de aceite y sal y una o dos cucharadas de mahonesa, al gusto. Rellenamos los pimientos con esta mezcla.

Colocamos una cucharada de bechamel en un plato, sobre ella los pimientos y encima o en un lado la confitura de pimientos.

Un contraste de sabores que es una delicia.