Todo empezó de forma desastrosa. El relleno que tenía preparado se me fue al suelo y la batidora con la que intenté suavizar la confitura de pimientos, se rompió definitivamente. Pero no había tiempo de dejarlo para otro día y tuve que improvisar. Y creo que acerté de pleno, el contraste de sabores ha sido increíble.
Ingredientes:
Para la confitura de pimientos:
- 100 grs de pimiento del piquillo
- 50 grs de azúcar
- un chorrito de vinagre
Para la bechamel de calabacín:
- 1/2 calabacín
- 1/4 cebolla
- 1 diente de ajo
- 1/2 vaso de leche
- pimienta
- nuez moscada
- sal
Para los pimientos rellenos:
- 1 lata de pimientos del piquillo
- 1/2 lata de maíz
- 1 patata
- 1 huevo
- 1 lata de atún
- 3 espárragos
- 3 palitos de cangrejo
- lechuga
- mahonesa
Ponemos los ingredientes en un cazo y dejamos cocer a fuego lento durante unos 20 minutos. Lo mejor es ir probando hasta conseguir textura y sabor al gusto. Se puede triturar antes o después o no hacerlo, como yo, pero lo mío fue por fuerza mayor
Seguimos con la bechamel.
Ponemos en una cazuela un poco de aceite. Añadimos el diente de ajo bien cortadito y la cebolla también cortada fina. Cuando coja color añadimos el calabacín y dejamos como 10 minutos tapado a fuego bajo. Añadimos la leche, la sal, la pimienta y un poco de nuez moscada y volvemos a dejar al fuego durante otros 7 minutos. Dejamos templar y trituramos para conseguir una salsa espesa.
Para los pimientos.
Cocemos el huevo y la patatas. Yo lo he hecho al vapor pero vale cocidos en agua durante 10 minutos. Mezclamos en un cuenco todos los ingredientes, añadimos un poco de aceite y sal y una o dos cucharadas de mahonesa, al gusto. Rellenamos los pimientos con esta mezcla.
Colocamos una cucharada de bechamel en un plato, sobre ella los pimientos y encima o en un lado la confitura de pimientos.
Un contraste de sabores que es una delicia.